¿Por Qué Siempre Me Pongo en Último Lugar? Cómo Aprender a Priorizarte sin Sentir Culpa (Ni Pedir Permiso)
¿Por Qué Siempre Me Pongo en Último Lugar? Cómo Aprender a Priorizarte sin Sentir Culpa (Ni Pedir Permiso)
Si tuvieras un peso por cada vez que pusiste las necesidades de los demás antes que las tuyas, podrías estar viviendo en una villa en la Toscana, tomando vino y riéndote de tu antigua versión que decía “No tengo tiempo para mí”.
Pero aquí estás, corriendo de un lado a otro, resolviendo la vida de todo el mundo menos la tuya.
¿Por qué? Porque nos enseñaron que ser buenas mujeres significa ser disponibles, serviciales y sacrificadas. Y eso, querida, es un engaño más grande que los abdominales de las influencers de Instagram.
Así que hoy es el día en que decides ponerte en primer lugar sin culpa y sin remordimientos. ¿Lista? Vamos a ello.
1. Deja de Confundir Amor con Autoabandono
Ser una buena madre, hija, amiga, esposa o lo que sea no significa desaparecer como persona.
No, no es tu obligación resolverle la vida a todos.
No, no tienes que estar disponible 24/7.
No, no eres egoísta por querer un tiempo para ti.
El amor no se mide en sacrificios absurdos. Se mide en equilibrio.
2. La Agenda de los Demás No Es Más Importante Que la Tuya
Si tienes un compromiso contigo misma (tiempo para hacer ejercicio, leer, meditar o simplemente tirarte en el sillón a no hacer nada), es igual de válido que la junta de trabajo de tu jefe o la comida con tu suegra.
Así que deja de cancelar tus propios planes cada vez que alguien más te necesita. Porque si tú no respetas tu tiempo, nadie más lo hará.
3. Aprende a Decir “No” (Y No te Justifiques Tanto)
Aquí te dejo un guion práctico para aprender a decir “no” sin escribir un ensayo de disculpas:
“No puedo, gracias.”
“Hoy no me es posible.”
“No me interesa, pero gracias por pensar en mí.”
“No.” (Sí, así de simple. Sin adornos, sin explicaciones.)
Cada vez que dices “sí” a algo que no quieres hacer, te estás diciendo “no” a ti misma. Piénsalo.
4. Rodéate de Gente Que Respete tu Tiempo y Espacio
Si alguien se ofende porque empezaste a priorizarte, eso no es un problema tuyo. Es su problema.
La gente que realmente te quiere, te apoyará.
La que solo te valoraba por lo que hacías por ellos… bueno, es hora de hacer limpieza.
No tienes que explicarle a nadie por qué ahora decides cuidarte más. Tus límites no necesitan aprobación.
Nadie Te Va a Dar el Primer Lugar, Tienes Que Tomarlo
Mira, no hay un premio al martirio. Nadie te va a dar una medalla por haberte desgastado por todos menos por ti.
Así que deja de esperar a que alguien te dé permiso para ponerte primero. Eres adulta, tomas decisiones, y a partir de ahora, una de esas decisiones es empezar a tratarte con la misma prioridad y respeto que le das a los demás.
Y si alguien viene con cara de “¿Cómo que ahora tienes tiempo para ti?”, simplemente respóndele:
“Sí, porque resulta que también merezco mi propio amor y atención. Shocking, ¿verdad?”