Amiga, a los 40 y más el mantra de nuestras vidas debería ser: "Déjalo ir".

Jan 05, 2025Por ZASA
ZASA

En los 40 y más aprendes que el "déjalo ir" aplica para personas... y jeans ajustados.


Amiga, a los 40 y más el mantra de nuestras vidas debería ser: "Déjalo ir". Y no, no estamos cantando la canción de Frozen (aunque si te inspira, adelante). Estamos hablando de esa sabiduría gloriosa que solo llega con los años: aprender a soltar lo que no sirve, no suma y, sobre todo, lo que aprieta demasiado.

Porque, querida, soltar es un arte. Y a esta edad, somos unas artistas consagradas. Aquí te dejo una lista de lo que aprendemos a dejar ir:

 
1. Personas que no aportan nada bueno
Esa "amiga" que solo te busca para quejarse de su vida (pero nunca te pregunta cómo estás). Ese familiar que opina sobre tu cuerpo, tu trabajo o tus decisiones sin que nadie le pregunte. Esa relación que lleva más drama que una novela de Televisa.

Solución: ¡Adiós! No tienes que hacer un gran discurso de despedida, solo empieza a poner distancia. La vida es muy corta para llenarla de relaciones tóxicas.

 
2. Jeans incómodos
A ver, ¿por qué seguimos torturándonos con ropa que no nos deja respirar? ¿Por qué permitir que unos jeans nos dicten si debemos sentarnos erguidas o si podemos comer ese último taco? No, gracias. A los 40 queremos movernos, reírnos, sentarnos como nos dé la gana y vivir cómodas.

Pro-tip: Los pantalones con elástico en la cintura no son una rendición, son un acto de amor propio.

 
3. Culpa, el enemigo silencioso
Culpa por decir que no. Culpa por no ser la amiga, hija, madre o pareja "perfecta". Culpa por querer tiempo para ti misma. Basta. A estas alturas de la vida entendemos que no podemos controlar todo ni a todos, y eso está bien.

Ejercicio práctico: La próxima vez que sientas culpa por algo que no está en tus manos, respira profundo y repite conmigo: "No me toca cargar con esto."

 
4. Cosas materiales que ya no necesitamos
Esos tacones de 12 cm que juraste que algún día usarías otra vez. Ese vestido que "te quedará perfecto cuando bajes de peso". A los 40 aprendemos a soltar lo que ocupa espacio y no nos aporta alegría.

Pro-tip: Donar esas cosas no solo libera tu clóset, también libera tu mente. Y, de paso, haces feliz a alguien más.

 
5. Expectativas ajenas
Ah, el clásico "¿y para cuándo...?" (insertar aquí: pareja, hijos, casa, ascenso, etc.). A esta edad ya no vivimos para cumplir con el checklist de nadie. Aprendemos que lo único que importa es lo que nosotras queremos.

Respuesta estándar: "¿Y para cuándo tu curso de ‘cómo no meterse en la vida de los demás’?"

La lucha es real

Así que, amiga, respira profundo, deja ir lo que no necesitas y prepárate para abrazar lo mejor que está por venir. 

El gran secreto:
A los 40, aprendemos que soltar no es sinónimo de rendirse, sino de tener el valor de priorizarnos. Es un acto de amor propio, una decisión consciente de dejar ir lo que pesa, lo que drena, lo que ya no encaja, para abrir espacio a todo lo que nos llena de alegría y paz.

Soltar es decir adiós a las relaciones que ya no suman, a los "deberías" que cargábamos como mochilas llenas de ladrillos, y, sí, a esos jeans ajustados que te hacen cuestionar tus decisiones de almuerzo. Es aprender que la vida no es una competencia para ver quién aguanta más, sino un baile donde el ritmo lo marcas tú.

A esta edad, nos volvemos maestras en abrazar lo esencial: relaciones auténticas que nos hacen brillar, ropa que nos abraza en lugar de asfixiarnos, sueños que hemos desempolvado y redescubierto, y una paz mental que vale más que cualquier otra cosa.

Soltar también significa aceptar que no todo saldrá perfecto y que eso está bien. Porque cuando dejas de gastar energía en lo que no puedes controlar, dejas espacio para lo que realmente importa: reír a carcajadas, probar cosas nuevas, disfrutar un café en silencio, o simplemente vivir sin tantas expectativas ajenas.

Así que, amiga, respira profundo. Haz ese inventario emocional que tanto necesitas, deja ir lo que ya no vibra contigo y abraza con fuerza lo que te hace feliz. El mejor regalo que podemos darnos a esta edad no es llenar nuestras vidas de cosas, sino aligerarlas.

Ah, y hablando de soltar, quítate esos jeans ajustados de una vez por todas. Porque, querida, nadie —absolutamente nadie— merece sufrir así. Mejor ponte esos pantalones cómodos y siéntete tan libre como realmente eres. El futuro está lleno de posibilidades, y tú estás más lista que nunca para conquistarlo.

¡A fluir, disfrutar y vivir con todo el estilo que solo los 40 y más nos pueden dar! 🌟