Cosas Que Solo Las Mujeres De Más De 40 Entenderán
Cosas que solo las mujeres de más de 40 entenderán
A ver, querida, hablemos claro: hay cosas que no se pueden explicar, solo sentir. Y las mujeres de más de 40 lo sabemos mejor que nadie. A esta edad, hemos alcanzado un nivel de sabiduría y humor que simplemente no se puede comprar (aunque a veces quisiéramos devolver algunos "regalitos" que vienen con la edad, como las canas que insisten en salir en los lugares más inoportunos). Pero volviendo al punto, aquí van algunas cosas que solo nosotras entendemos:
1. La liberación del sostén
Ahhh, ese momento glorioso al final del día cuando te quitas el sostén y sientes que la vida vuelve a tener sentido. Si esto no es amor propio en estado puro, no sé qué lo sea. Es como si cada broche que se suelta liberara años de estrés acumulado. Honestamente, esta es la razón principal por la que la humanidad debería estar agradecida con nosotras: seguimos usando sostén durante el día a pesar de saber lo bien que se siente quitárnoslo. Alguien debería darnos un premio, pero en su lugar, aceptamos un vino frío.
2. La lista de "doctores VIP"
Antes de los 40, tu vida social giraba en torno a bares y restaurantes. Ahora, el ginecólogo, el dermatólogo y ese quiropráctico que te deja como nueva son tus citas importantes. Ya ni hables de WhatsApp; tu chat más activo es el que tienes con tu amiga para compartir "la mejor nutrióloga de la ciudad" o "el fisio que hace milagros". Porque a esta edad aprendimos que mantener la maquinaria funcionando es un trabajo de tiempo completo.
3. La moda cómoda
Tacones de aguja para ir al súper... JAJAJA. No, gracias. Hemos alcanzado la iluminación en el departamento de estilo: tenis bonitos y ropa que no te asfixie. A esta edad, sabemos que no hay nada más sexy que sentirte bien contigo misma (y poder caminar sin parecer que estás en un acto de malabarismo). Los 20 fueron para sufrir por moda, los 40 son para disfrutarla.
4. Las conversaciones profundas con el espejo
A esta edad, el espejo ya no es solo un accesorio; es nuestro terapeuta silencioso. Pasamos de mirarnos para buscar granitos a inspeccionar líneas de expresión y hablar con nosotras mismas como si fuéramos nuestras mejores amigas:
"¿Qué es eso que me salió aquí?"
"Bueno, tampoco está tan mal."
"¡Mujer, mírate! Estás fabulosa para lo que llevas vivido."
Aprender a abrazar nuestras nuevas arrugas y mirar el conjunto completo es todo un arte que solo las de 40 entendemos.
5. Priorizar lo que realmente importa
¿Sabes qué es lo mejor de esta década? Que dejamos de preocuparnos tanto por lo que piensan los demás y empezamos a enfocarnos en lo que nos hace felices. Si algo no suma, se descarta. Si no nos aporta paz, bye. Ya no gastamos energía en cosas que no valen la pena, porque sabemos que la vida es demasiado corta para perderla en drama barato.

A los 40 y más, entendemos que la vida no se trata de tenerlo todo bajo control (porque, seamos sinceras, eso nunca va a pasar), sino de aprender a disfrutar lo que tenemos, con sus imperfecciones y todo. Nos damos cuenta de que cada arruga, cada cana y cada experiencia cuentan una historia, y aunque no todo es glamuroso, es completamente nuestro.
¿Es un club exclusivo?
Claro que sí, pero no por elitismo, sino porque se requiere tiempo, vivencias y unas cuantas derrotas (y victorias) para llegar aquí. Es el tipo de exclusividad que no discrimina, sino que celebra: celebramos el aprender a decir “no” sin culpa, el soltar lo que pesa, y el descubrir que nuestra felicidad no depende de la validación de nadie más.
Este club está lleno de risas —esas que salen del alma—, aprendizaje (¡ay, cuántas lecciones nos ha dado la vida!) y la certeza de que lo mejor aún está por venir. Sí, tal vez la juventud sea fugaz, pero la confianza, la seguridad y las ganas de vivir auténticamente son el verdadero premio de esta etapa.
Y si estás leyendo esto y todavía no llegas a los 40, tranquila. Aquí no hay prisa ni fecha límite para ser parte. Cuando lo hagas, nosotras estaremos aquí, esperándote con una copa de vino (o lo que prefieras) y un par de tenis cómodos, porque sabemos que los tacones pueden esperar.
Únete al club cuando te toque. Aquí no hay reglas estrictas, solo un montón de historias por compartir, aprendizajes por descubrir y un espacio reservado para ti en la mesa. Porque a los 40 y más, lo único que importa es que finalmente entendemos que estamos viviendo nuestras mejores versiones, imperfectas y gloriosas. 🥂
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